viernes, febrero 09, 2007

Que Desgraciadas Somos las Mujeres

Varias veces me he preguntado cual es la fuente de mi mala suerte en los sorteos y creo que es porque simplemente la suerte se me agotó, se esfumó. Eso pasó cuando tendría 8 años y en uno de esos sorteos pedorros que solía hacer Portezuelo, conseguí la otra mitad de un sticker y me gané una bicicleta; irradiaba felicidad, sin saber que a su vez me estaba condenado a no salir nunca mas sorteado en NADA, y cuando digo nada, es un nada rotundo.
Hoy lo volví a confirmar mientras revisaba las carteleras de sorteos para cursos reglamentados de mi generosa facultad y solo salía en las hojas como suplente de unos cuantos afortunados. Eso sumado al grito de varios ¿compañeros? que gritaban y festejaban el haber salido sorteados en 2 y hasta 3 materias.